viernes, 9 de enero de 2015

Semana 7; Viernes

VIERNES:

Transcurso de las clases

Este día fue especial porque en él se vería el fruto del esfuerzo que habíamos estado haciendo todos estos días y además es el día en el que me tengo que despedir de los niños que me han dado tanta felicidad estas últimas semanas.

En este apartado solo explicaré estuvo estructurado el día porque lo demás fueron todo emociones. En primer lugar se metieron en mi case todos los niños de cuarto, es decir los dos cursos, les estuve entreteniendo hasta que llegó el profesor y se quedó con ellos y les puso una película, yo me fui a la otra clase a ayudarles a colocar los regalos y los precios para vender las cosas del mercadillo más tarde.

Una vez que todo estaba preparado empezaron a pasar a ver las clases uno a uno todos los cursos para que cuando se diera la señal ya lo hubieran visto y fueran directos a comprar lo que querían. Algunos niños incluso pusieron sus nombres en lo que quería para reservarlo.

Una vez que todos vimos todo se abrieron las puertas para los padres y empezó la venta en el mercadillo, nuestra clase vendió todo no se quedó nada sin vender me dijo la profesora que eso era muy difícil y que no pasa siempre. Luego nos sirvieron migar y chocolate para todo el mundo que he de decir que estaban muy ricas.

Finalmente los niños se fueron yendo con los padres conforme estos iban acabando de comprar las cosas.

Anécdotas y observaciones

El día fue divertido y a pesar de ser un poco estresante no fue tanto como yo me imaginaba.

Algunos de los niños me hicieron regalos y me dijeron que era la mejor profesora que habían tenido.

Fue muy duro despedirme de los niños, todos vinieron a darme un beso y un abrazo antes de irse.

Muchos padres venían a mí para presentarse y conocerme porque decían que sus hijos les habían hablado muy bien de su profesora. Incluso una madre medio llorando cuando me despedía de su hijo.

Fue un día muy divertido pero muy triste a la vez porque voy a echar mucho de menos a todo el mundo.

Me costó mucho aguantarme las lágrimas y no llorar delante de los niños.

Hubo un niño que no paraba de darme abrazos y me decía que no quería que me fuera.

Fue muy emocionante que niños de todos los cursos se acercaran a mi clase para darme un abrazo y despedirse de mí.

Finalmente solo decir que ha sido la mejor experiencia de mi vida y que estoy deseando que de nuevo llegue el año que viene para poder volver a vivir esto.

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